El embalaje es una fase y recurso fundamental en la cadena de suministro moderna, siendo esencial tanto para la protección de productos como para garantizar su distribución segura. En ese marco general, el sobreembalaje es una solución avanzada que implica el envolvimiento adicional de productos ya empaquetados, que ofrece múltiples ventajas en diversos sectores industriales.
En este artículo, te presentamos una guía esencial sobre el embalaje y el sobreembalaje: conceptos clave, su implementación en múltiples ámbitos y consideraciones específicas sobre este último.
El Embalaje, una doble función: proteger y optimizar la logística
El embalaje comprende al conjunto de materiales y técnicas utilizadas para envolver, contener y proteger productos durante su almacenamiento, proceso de distribución y comercialización.
Su diseño busca resguardar contra daños físicos y ambientales, optimizar el transporte y cumplir normativas y va mucho más allá de la protección, asegurando la integridad del producto, facilitando la organización, comunicando información vital y contribuyendo al posicionamiento de la marca.
A los fines de cumplir sus objetivos, el embalaje mantiene una estructura de ordenamiento que se organiza en tres niveles interconectados:
- Primario: que establece contacto directo con el producto, como una botella de refresco o una caja de cereal;
- Secundario: que agrupa unidades primarias, como paquetes multiproducto, tal como por ejemplo, un paquete de seis botellas; y
- Terciario: que consolida grandes volúmenes de embalaje secundario, facilitando el almacenamiento y distribución eficientes, tal como un palet envuelto en film
Cada nivel opera con sus propios parámetros específicos y funciones particulares, contribuyendo conjuntamente a mantener la integridad y fluidez de toda la cadena de suministro.
El polémico Sobreembalaje
Tradicionalmente, el término sobreembalaje ha venido acompañado de una connotación negativa, asociándosele con el desperdicio y el exceso innecesario de materiales de embalaje.
Sin embargo, es determinante reconocer, que, en muchos contextos industriales y logísticos, lo que podría parecer sobreembalaje insostenible o exceso de material no justificado, es, en realidad, una técnica de embalaje secundario o terciario avanzada, cuidadosamente diseñada para aportar beneficios tangibles y estratégicos.
De esa manera, el sobreembalaje, no es exceso, sino una solución optimizada que implica el envolvimiento adicional de productos ya empaquetados en niveles primarios, esto es, una técnica especializada que se caracteriza por varias ventajas fundamentales:
Mayor Robustez en la Protección del Contenido:
Las capas adicionales y estructuras reforzadas, sobreembalaje, protegen contra impactos, vibraciones, humedad y cambios de temperatura durante el transporte, garantizando la calidad del producto al llegar al consumidor final.
Capacidad para Agrupar Múltiples Unidades:
El sobreembalaje permite consolidar grandes cantidades de productos individuales en una sola unidad manejable, facilitando la carga, descarga y movimiento de mercancías en masa.
Mejora en la Eficiencia Logística y de Almacenamiento:
Los embalajes bien diseñados optimizan el espacio en almacenes y vehículos de transporte mediante unidades estandarizadas y apilables, reduciendo costos de flete y huella de carbono asociada a las emanaciones del transporte.
Flexibilidad en el Manejo y Almacenamiento:
Los diseños robustos y modulares de sobreembalaje, permiten un manejo seguro tanto manual como automatizado, minimizando errores y acelerando la preparación de pedidos mientras se maximiza el aprovechamiento del espacio vertical disponible en los almacenes.
Aplicaciones de sobreembalaje en distintos ámbitos
Cada sector de industria requiere soluciones específicas de sobreembalaje adaptadas a sus necesidades particulares, a saber:
- Alimentación y Bebidas: El embalaje secundario agrupa productos para exposición en estanterías, mientras el terciario (palets y cajas master) asegura la estabilidad e higiene en transportes masivos, esencial para la cadena de frío.
- Farmacéutico: El embalaje secundario incluye información legal y protección adicional, mientras el terciario protege contra golpes y humedad. Esencial para el transporte de vacunas y medicamentos sensibles.
- Electrónica y Alta Tecnología: Utiliza materiales amortiguadores como espumas y cartón corrugado de alta densidad para proteger contra vibraciones y golpes durante el envío global.
- Automoción y Manufactura Industrial: Emplea jaulas metálicas y contenedores retornables diseñados para soportar cargas pesadas, proteger contra la corrosión y optimizar la entrega Just-in-Time (cuando se necesitan).
- Comercio Electrónico: Requiere embalajes robustos con rellenos protectores para asegurar que los productos lleguen intactos después de múltiples manipulaciones durante el transporte individual.
La Esencia del Sobreembalaje y el «ADR H2»
El sobreembalaje es, en la práctica, una herramienta multidisciplinaria. Su objetivo principal es la protección y la integridad del producto empacado, asegurando que llegue a destino en condiciones inmejorables. Pero, de igual forma, optimiza la logística, facilita la identificación y, garantiza el cumplimiento normativo, especialmente con mercancías peligrosas.
Es precisamente por esa última función -la del cumplimiento y la seguridad extrema-, que podría generarse algún nivel de confusión con términos como «ADR H2», o sobreembalaje ADR H2, que algunos conocedores y empresas del sector han usado de manera indistinta, por lo que es pertinente hacer algunas aclaratorias a continuación.
Marco Regulatorio
En el ámbito de la seguridad para el transporte de mercancías y embalajes por carretera en Europa, ADR significa Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (Accord européen relatif au transport international des marchandises Dangereuses par Route).
Es un convenio internacional, establecido por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), que regula el transporte de mercancías peligrosas y garantiza la seguridad en Europa y otros países signatarios
El ADR opera como un manual detallado que norma y regula diversos aspectos del transporte, como lo son:
- Clasificación de productos según sus propiedades físicas y químicas
- Requisitos específicos de embalaje y etiquetado
- Formación obligatoria del personal involucrado
- Certificación de conductores y asesores de seguridad
Sistema de identificación y clasificación
Para garantizar la seguridad durante el transporte, el sistema ADR utiliza dos elementos fundamentales de identificación y clasificación para su visibilidad en el sobreembalaje, y son:
Frases H (Declaraciones de Peligro)
Son un componente fundamental del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS, por sus siglas en inglés) y describen los riesgos asociados a cada sustancia que pudiera contener algún embalaje, y, se clasifican en dos categorías principales, a saber:
Peligros relacionados con propiedades físicas:
- Explosivos
- Gases a presión
- Líquidos inflamables
- Oxidantes
Peligros para la salud:
- Toxicidad
- Corrosión cutánea
- Sensibilización respiratoria
Peligros ambientales:
- Toxicidad o peligro para la vida acuática
- Impacto negativo a largo plazo en los ecosistemas acuáticos.
- Peligro para la capa de ozono
Números UN/ONU
Son códigos únicos de cuatro dígitos asignados por la ONU (Organización de la Naciones Unidas), e identifican específicamente cada sustancia peligrosa que pudieran estar contenidas en algún empaque, y, facilitan la comunicación rápida en situaciones de emergencia
Aspectos prácticos del transporte
El cumplimiento efectivo de las normas y pautas del ADR requiere:
- Documentación Obligatoria: esto es declaración de transporte específica, instrucciones escritas de seguridad y documentos de certificación del vehículo
- Personal Calificado: es decir, conductores con formación especializada, asesor de Seguridad en el Transporte de Mercancías Peligrosas (DGSA) y personal capacitado en manejo de emergencias
- Requisitos Técnicos: a saber: vehículos homologados para transporte de mercancías peligrosas, equipos de protección individual y equipo de emergencia a bordo
Excepciones y limitaciones
Las normas del ADR contemplan situaciones especiales, que se reflejan en:
- Cantidades limitadas exentas de algunas regulaciones
- Mercancías peligrosas en cantidad exceptuada
- Transporte de muestras para análisis
En suma, el marco regulatorio integra las mejores prácticas internacionales y se actualiza periódicamente para mantener los más altos estándares de seguridad en el transporte terrestre de mercancías peligrosas, que deben atenderse para el sobreembalaje que lo requiera.
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