El fleje es un material muy utilizado en la industria del embalaje y la logística. Su función es asegurar, estabilizar y reforzar cargas durante el transporte y el almacenamiento. Puede fabricarse en plástico, acero o metal. Cada tipo ofrece una sujeción sólida y adaptable.
El fleje de plástico destaca por su ligereza, flexibilidad y resistencia. Por eso se usa en muchas aplicaciones industriales.
En Tamayo y Cía analizamos qué es un fleje, para qué sirve y qué ventajas ofrece el fleje de plástico frente a otros materiales como el metálico o el de acero.
¿Qué es un fleje?
Un fleje es una banda o cinta flexible que se emplea para envolver y asegurar productos. Se usa sobre todo en procesos de paletización y embalaje.
Su objetivo es mantener las mercancías compactas y estables durante el transporte. Así se evitan movimientos o daños. Se aplica en productos pesados y en operaciones logísticas que requieren protección y sujeción adicional.
El fleje de plástico se fabrica con materiales como polietileno (PE) o polipropileno (PP). Estos compuestos aportan resistencia a la humedad, ligereza y flexibilidad.
Tipos de fleje
- Fleje de plástico: Es el más común en la industria. Destaca por su resistencia, ligereza y facilidad de uso.
- Fleje metálico: Fabricado en acero u otros metales. Es rígido y muy resistente, aunque más pesado y costoso.
- Fleje de acero: Se usa cuando se necesita una resistencia muy alta. Su rigidez complica su manipulación, pero ofrece gran seguridad.
¿Para qué se utiliza el fleje?
El fleje de plástico tiene muchas aplicaciones en el embalaje y la logística. Entre las más habituales se encuentran:
- Embalaje de palets: Ayuda a consolidar cargas y a mantener los productos en su sitio. Evita deslizamientos y caídas durante el transporte.
- Sujeción de productos: Permite fijar cajas o artículos frágiles, incluso cuando tienen formas irregulares.
- Agrupación de productos: Facilita el transporte al reunir varios artículos en un solo paquete.
Protección de mercancías: Mantiene los productos seguros y evita daños durante su traslado y almacenamiento.
También se utiliza para consolidar cargas grandes, agrupar productos dentro de cajas o contenedores y crear sistemas de embalaje de alta seguridad.
Su uso es habitual en sectores como el alimentario, farmacéutico, automotriz y de bienes de consumo.

Fleje de plástico vs. fleje metálico o de acero
Aunque tanto el fleje de plástico como el fleje metálico tienen el objetivo común de asegurar las cargas, existen diferencias clave entre estos materiales que hacen que uno sea más adecuado que el otro dependiendo de la aplicación. A continuación, se detallan las ventajas y desventajas de cada tipo de fleje.
Fleje de plástico:
- Ventajas
- Ligero: El fleje de plástico es mucho más ligero que el fleje metálico o de acero, lo que facilita su manejo, transporte y reduce los costos logísticos.
- Flexibilidad: El plástico es mucho más flexible que el metal, lo que permite adaptarse a cargas de diferentes formas y tamaños sin romperse.
- Resistencia a la corrosión: El fleje de plástico no se ve afectado por la humedad, a diferencia de los flejes metálicos que pueden oxidarse con el tiempo.
- Coste más bajo: En términos generales, el fleje de plástico es más económico que el metálico o de acero, lo que lo convierte en una opción más rentable para muchas aplicaciones.
- Seguridad: El plástico es más seguro de manejar, ya que no presenta bordes afilados que puedan causar lesiones a los operarios.
Fleje metálico y de acero
- Ventajas:
- Alta resistencia: El fleje metálico o de acero es más resistente a las tensiones y soporta cargas extremadamente pesadas sin deformarse.
- Ideal para cargas pesadas: Es más adecuado para productos muy pesados que requieren una mayor tensión para mantenerlos sujetos durante el transporte.
- Desventajas:
- Pesado y difícil de manejar: El fleje metálico es más pesado, lo que dificulta su manejo y aumenta los costos de transporte.
- Corrosión: El metal es susceptible a la oxidación, especialmente en ambientes húmedos, lo que puede comprometer su eficacia y aumentar los costes de mantenimiento.
En general, el fleje de plástico es la opción preferida en la mayoría de aplicaciones debido a su combinación de resistencia, flexibilidad y coste económico, mientras que el fleje metálico o de acero se utiliza en casos específicos donde se requiere mayor resistencia para cargas más pesadas.
¿Cómo elegir el tipo de fleje adecuado para tu negocio?
Elegir el tipo de fleje adecuado depende de varios factores clave, tales como el tipo de productos que transportas, las condiciones de almacenamiento y la flexibilidad que necesitas. Algunos aspectos a considerar al comprar un fleje incluyen:
- Tipo de carga: Si estás embalando productos pesados o frágiles, un fleje de plástico o metálico puede ser adecuado. Sin embargo, el fleje de plástico es más común para cargas ligeras o de tamaño irregular.
- Condiciones ambientales: Si tus productos van a ser transportados en un entorno húmedo o con condiciones climáticas extremas, el fleje de plástico es ideal debido a su resistencia a la humedad y a la corrosión.
- Coste: El fleje de plástico suele ser más económico que otras opciones, lo que lo convierte en una opción atractiva si buscas una solución rentable para embalaje y sujeción.
En el caso de necesitar fleje de plástico, Tamayo y Cía ofrece una amplia variedad de opciones, desde rollos de fleje en diferentes tamaños hasta fleje reciclable y de alta resistencia.